Tuesday, November 06, 2007

¿EL PC DESCONOCE A SUS MISMOS TRABAJADORES?

Desde el 2 de octubre que están en huelga legal los trabajadores de el Semanario El Siglo. No piden nada de otro mundo, que los sostenedores del semanario (del Partido Comunista) los reconozca como sindicato y por fin les paguen la plata justa. Imaginense que un editor periodístico ganaba como 200 lucas, sólo dos tenían contrato indefinido y no se les reconoce como sindicato, aún amparados bajo la Inspección del Trabajo.

La mayoría de los huelguistas están desilusionados de su partido, más no del Comunismo. Apelan a que en nuestro país los patrones de fundo del PC están transfromando de forma burda y antojadiza el ideal por el que tanto tiempo lucharon. De hecho el fotógrafo del semanario, Jorge Zúñiga, dijo unas fuertes palabras cuando con unas compañeras los fuimos a visitar: " Siento que estoy luchando conmigo mismo...mi propio partido me está matando, pero eso no lo voy a permitir, lucharemos hasta el final, porque creo en mis ideales, como obrero explotado por mi propio partido"

Un día decidieron conversar el tema de los sueldos, con el Director de Semanario, Francisco Herreros, él les dijo que estaría esperando con miembros de la CUT para ver el tema. Resulta que llegó con abogados y cartas de despido. Ante eso se organizaron y aún están esperando una respuesta de parte de la directiva, quieren el dinero que les corresponde y terminar con el asunto, algunos ni siquieran quieren volver al PC.
Algunos dirñan que es un inetrés monetario, y claro que lo es. ¿Cómo no exigir que se les pague justamente?




Friday, February 23, 2007



La digitalización de la Televisión y Radio en Chile.


Recuerdo cuando antes utilizaba el casette para grabar las canciones de mis artistas preferidos. Luego llegó el CD, con el cual tuve mayor espacio para guardar canciones. Y siguiendo con esta línea de tecnología, después llegó el pendrive con una capacidad alarmante para el almacenamiento de información. Después, seguramente, tendremos unos microchips que contendrán todo lo que queramos.


Es así como ha ido avanzando la tecnología, sin dejar de sorprendernos y haciendo que nos adaptemos a las nuevas formas de ofrecer la información, procesarla y recibirla. Es por esto que el tema de la digitalización en Chile ha traído muchas controversias, porque se ha puesto en el tapete el cómo, quiénes y cuánto se podrá transmitir para la sociedad.


La digitalización no es más que una nueva modalidad para transmitir frecuencias de radio y televisión en el espectro electromagnético de una manera más liviana. Es decir, de la forma análoga como se está realizando hasta hoy, se ocupa más espacio en la banda de transmisión, siendo en este sentido la digitalización un ahorro lugar en esta y por ende, habría mas espacio para añadir canales y radioemisoras.


Sin embargo, ¿aseguraría esto una entrada heterogénea de canales y radios? ¿A quienes el Estado les daría las concesiones? ¿Se aseguraría una pluralidad en los contenidos? ¿Se optaría por cantidad de canales o calidad de imagen? Estos temas no son menores, menos si tomamos en cuenta lo que ha sucedido en otros países respecto a este tema.

En primer lugar, analicemos lo que ocurrió en México. Allá se aprobó una ley en donde la cadena privada de televisión, Televisa, estará a cargo del tránsito en la transmisión de la televisión análoga a la digital, abarcando derechos completos y absolutos a lo largo de 30 años. Por lo tanto, se ha dejado todo en manos de una empresa privada, la cual estará en libre acción para realizar actos con intereses mercantiles, dejando en desmedro la calidad y el contenido.


Si reflexionamos, esto es sumamente importante discutir en nuestro país, ya que sería riesgoso que el gobierno sólo negocie con los empresarios y que la opinión pública y civil no pueda emitir juicios. Acto demasiado injusto siendo que estos últimos son los que en su grueso se verían afectados en un cambio de las transmisiones. Además sería riesgoso porque atentaría contra la democracia y pluralidad por la que se ha luchado durante tanto tiempo. Es por esto que la discusión debería tenerla desde los empresarios a medios comunitarios de menor cobertura, ya que todos los sectores deben ser incluidos en algo que cambiará de manera sustancial lo que son los medios hasta hoy.


Por otro lado, tomemos en cuenta qué modelo de digitalización querríamos para el país. Según el modelo europeo, se incrementarán los canales o radioemisoras, mientras la calidad de la imagen será inferior. En cambio, según el modelo estadounidense, se mantendrán los canales priorizando la calidad de la imagen, siendo esta similar a la del cine. Por lo tanto, surge la dude si en Chile se guiarán los cambios por el lado europeo o estadounidense.


Si ocurre por el lado europeo, se estaría priorizando en cierta medida la inclusión de diversos medios, dando la oportunidad de segmentar la programación de una manera adecuada y especializada. Esto, siempre y cuando no se apodere de las señales un bloque empresarial, siendo aquí donde el estado debe examinar bien a quienes les dan las concesiones. Para que exista movilidad en el mercado.


Si, en cambio, sucede por el lado estadounidense, no existiría una inclusión de medios alternativos, sería lo mismo de siempre sólo que se vería más bonito. Claro, la imagen sería buena, pero los contenidos los mismos. ¿Es que acaso olvidan que no importa lo lindo que esté el huevo si por dentro está podrido? Es por esto que no podemos limitar, una vez más, el como se entrega la información, no podemos coartar nuevamente la libre expresión en Chile, sino que incrementar las diversas aristas, miradas y experiencias desde distintos enfoques.

Es sumamente importante darse cuenta lo que pasaría si el gobierno se licitara bien a quienes recibirían más espacios en la banda electromagnética, ya que o si no seguiría la tónica mercantilista tan usual hoy en día, en donde sólo unos pocos tienen la hegemonía del poder de la información.





Como diría Carl Marx: “las ideas de la clase dominante son en todas las épocas, las ideas dominantes”. Lo que se puede ver demostrado hoy mismo, cuando los medios alternativos o menores no tienen los mismos espacios que las grandes empresas de la información, lo que a su vez posibilita la alienación de la masa.


Es difícil vivir en la pluralidad si ni los mismos medios que nos informan responden a intereses sociales, sino que más bien a intereses económicos detrás de los propietarios de estas cúpulas informativas.


Es aquí donde existe claramente una lucha de clases, en donde se enfrentan dominados y dominadores. Los primeros seríamos la masa que consume en conjunto con los que se atreven a luchar a través de sus propias perspectivas abriendo sus propios medios. Mientras que los segundos serían las grandes industrias culturales.


¿PEGA PARA PERIODISTAS?





La llegada de la digitalización por supuesto que traerá consigo más trabajo. Recordemos cuanto tiempo Chile estuvo polarizada entre dos canales grandes, mientras que ahora han surgido más alternativas. Imaginense como sería con la televisión digital al estilo europeo.




Según la experiencia en las naciones que ya adoptaron la modalidad, las franjas informativas aumentarían hasta a 4 ediciones diarias, y es, en este camino donde el periodista deberá estar preparado. Se acabó la mediocridad señores, ya que no bastará con que sepa escribir en una linda máquina, sino que deberá manejarse con herraientas audiovisuales y si antes era redactor ahora también tendrá que ser editor y compaginador. Esto supone una reducción en el personal, pero recordemos que el mercado se abrirá estrepitosamente.





Tendremos que ser rápidos. La competencia será feroz y todos querremos tener la novedad calentita, y la digitalización nos habla también de la instantaneidad del medio. Podremos ver la pauta en la mañana de manera satelital y recibir noticias desde el otro lado del mundo en tiempo real la cual saldrá al aire inmediatamente. Sí, tendremos una responsabiliddad mucho mayor producto de la rápidez y la concentración de muchas labores en uno.

Pero quizás lo más importante deberá ser la forma de entregar noticia o contenidos. No podemos seguir en lo mismo! La digitalización es una innovación que no mira al futuro...ya está acá, despertemos! es el PRESENTE. Por lo mismo, innovemosnos nosotros también y de paso mostremos el periodismo de la gente, para y por la sociedad.


Esta seguramente será una revolución que terminará con la unión de la televisión, la red y la participación activa de la audiencia. Audiencia que al tener una cantidad dispersa de visualizaciones de la realidad no será tan altamente influenciada por los medios de comunicación. Y quizás así, sólo así, este País podrá llamarse el " jaguar "de Latinoamérica.



































Thursday, February 22, 2007

¿PERIODISTA (in)CESANTE?





Estudiar Periodismo en Chile no es fácil. Meses atrás, el Presidente del colegio de periodistas señor Luis Conejeros, señaló que en nuestro país " se generan anualmente menos de 100 plazas laborales para periodistas. Con 11 mil periodistas ya titulados y más de 8 mil estudiantes en 52 escuelas, los jóvenes deben ponderar muy bien la oferta educacional y la posibilidad real de lograr una inserción en el mundo laboral”. O sea, o seguir adelante en esto o arrepentirse y buscar una carrera rentable.



Claro, suena fácil para ellos decir que lo mejor sería que nos olvidáramos de la carrera, pero lo importante acá es que el Estado debiera generar esas plazas laborales para que no exista un excedente de trabajadores. Ellos son los que deben ponderar y equilibrar la cantidad de egresados con la cantidad de trabajos disponibles.



Ojo! La idea aquí no es hacer un sistema coladero para despejar el camino ni mucho menos cerrar escuelas de periodismo para el propósito, sino más bien generar empleos. Y empleos dignos para los 5 años que los jóvenes estudiamos aguantando reporteos arriesgados y por supuesto, PAGAR la universidad. O sea que algunos deben pagarle al estado lo que deben con un trabajo inexistente gracias a ese mismo estado. Y no olvidemos a los empresarios que les falta ponerse con el área de las comunicaciones e información.



DATOS TRISTES





En primer lugar, en Chile se le ha quitado valor a esta profesión. De hecho las mismas Universidades han bajado las ponderaciones para aceptar a los futuros egresados. Antes se el último ponderado tenía cerca de 700 puntos (hace 15 años atrás en la PUC) En cambio ahora, algunos centros de estudios piden los 450 puntos ponderados e incluso tan solo la prueba rendida, ni siquiera un puntaje mínimo.



POr otro lado, los que ya están "trabajando" (que ojala Dios quiera sea con algo relacionado al periodismo) ganan salarios paupérrimos que bordean los 300 mil pesos. Según datos del MINEDUC (datos que no se muestran a los estudiantes a la hora de postular a las carreras) la renta promedio de un periodista que lleva 4 años trabajando esde $ 585 mil pesos.

Y lo que es peor, en esos 4 años trabajando se pasan por al menos 5 empleadores debido a la precariedad del asunto. Y más encima (sí, suicidemosnos) dentro de estos trabajos muchas veces no estan incluida la salud ni mucho menos cotizaciones previsionales. Rico no?





Un hombre, Rodrigo Muñoz Opazo Periodista – Licenciado en Comunicación Social Titulado de la Universidad de Concepción en 1998. RUT: 12.528.568-6 Edad: 32 años, ofreció estas soluciones, siendo unas más cuestionables para mi que otras (como el punto uno por ejemplo con el que no estoy de acuerdo, aunque respeto su eficacia) :



1-Cerrar parcial o totalmente las escuelas de periodismo en Chile. Terminando con el ingreso de nuevos estudiantes, y por supuesto, continuando quienes ya hayan entrado a la carrera hasta titularse



2.Crear un sistema legal de incorporación de trabajo, similar a lo ocurrido producto de la Reforma Procesal que permitió dar empleo a los “abogados”, quienes estaban hasta hace tres años igual que nosotros. Esto es, crear medios de comunicación escritos y virtuales (se exceptúa la televisión y la radio por su alto costo) a nivel comunal, que sean subvencionados por el Estado.



3.Respetar el Título de Periodista y Licenciado en Comunicación Social en todo sentido. Por lo mismo, sólo deben acceder a estos puntos las personas que han obtenido el cartón. Aceptamos la ayuda y trabajo de quienes aún no terminan por cuanto serán ellos los beneficiados a futuro.La Ley existe, y debe cumplirse.



4.Para los periodistas de más edad, egresados por ejemplo durante los años noventa y que no deseen formar parte de los primeros puntos, en vista que ha transcurrido demasiado tiempo en el cual no han podido ejercer por la carencia de empleo, OFRECER LA POSIBILIDAD DE CONVALIDAR EN UN LAPSO DE 1 A 2 AÑOS UNA SEGUNDA CARRERA, que sea afín, y que permita la obtención de un segundo título. Y QUE POR CIERTO, EL PROFESIONAL TENGA LA OPCION DE ACCEDER A UN CRÉDITO FISCAL, que le permita financiar estos estudios.





Bueno, respeto cada punto que ha señalado este señor, sin embargo no concuerdo con el punto uno, tendría eficacia inmediatamente, pero que pasa con esos periodistas que trabajan como profesores?. Además que ocurriría con esos estudiantes que realmente desean estudiar periodismo pero se ven con la carrera cerrada.



En fin, ¿qué podremos hacer? Seguir llenándonos de periodistas? Estudiar sabiendo lo que se nos viene? Protestar? Lo que sí sé es que necesitamos una regularización inmediata en consecuencia con lo que estamos viviendo, y con lo que ocurre cada vez que alguien dice que estudiará periodismo: " uyyy que terrible, si eso está copado! no tendrás pega"

CIERTO O FALSO? LOS DATOS DICEN QUE CIERTO.



















Thursday, December 14, 2006

Opinión


¿Y dónde están los periodistas?



Con la llegada de la democracia en 1990 Chile logró por fin mayores libertades en el ámbito público. Así la antiguas trabas de asociación terminaron, resurgiendo luego universidades, partidos, cantos y, lo que nos atañe en este artículo, las escuelas de periodismo volvieron a abrirse.

De esta manera durante los noventa comienza un proceso comunicativo de nuevas formas, sin dejar de tomar en cuenta las grietas aún existentes en la población, el miedo aún reinanate al momento de informar y la necesidad de lograr el olvido militar.

¿Democracia?

Así comienza un proceso de masificación medial, claramente, llevado por las nuevas políticas y relaciones externas que imperaban por esos días en los ánimos nacionales. Los que permitieron extender las maneras de entretenimiento, reabriendo así canales de “expresión” abolidos durante el régimen militar, relajando, además, al público por medio de noticieros de corte internacional y, finalmente, farandulizar a la opinión pública con sus formas burdas de periodismo. Las que por hoy retroceden lo que se intentó hacer en los noventa, convirtiendo a los nuevos canales de comunicación en copias de la "copia" y por ende sin lograr el preciado pluralismo que los informadores, reporteros o periodistas deben entregar.

Con esto, cabe recalcar que de alguna forma las nuevas comunicaciones desvirtúan el papel de los periodistas, ya sea por las políticas de las empresas contratistas; quienes exigen a los mismos periodistas atenderse a lo que la compañía desea expresar y no a la real información; como por las temáticas necesarias para seguir circulando como medio rentable (rating). Lo que se traduce en una contradicción con respecto al "real" papel que el periodista juega dentro de la mass media y de la venta de los mismos. Asunto que hoy deja por debajo al título profesional con respecto a cualquier otra carrera.

Es por esta razón que si bien vivimos en un país democrático y, por ende, pluralista, las nociones de información son escasas, con respecto a las visiones respecto a un tema determinado. Esto significa que estamos dentro de una sociedad de apariencia moderna pero con un corte aún tradicionalista que intenta controlar las opiniones y los canales de información.

Por otro lado la opinión general de los chilenos con respecto a los canales comunicacionales y sus funcionarios es cada día más lapidaria y tajante. En primer lugar, para la opinión pública, el periodista pareciera un ser carente de seriedad e inteligencia, esto explicitado en los canales de televisión que cada día prefieren rostros que aportes intelectuales. Es por esto que, por estos días, no existe un medio que pida opinión o análisis de problemas serios a periodistas, sino que se llaman a sociólogos, psiquiatras, economistas, médicos, etc., y sólo se designa a los “periodistas” como moderadores para tales programas o de farándula. Situación que preocupa a quienes ejercen la aún digna profesión del periodismo.

Hermosas caretas

Por ello tantas preguntas desde el inconsciente colectivo nacen cada vez que modelos irrumpen con comentarios opinológicos, mientras estudian a medio tiempo para poder ejercer sobre el necesario comunicacional. Mujeres y hombres que si bien atraen la atención de la masa, jamás llenan los vacíos que sus mentes desean aparentar. Cuestión reflejada en tantos nombres desechables que idiotizan, desinforman y venden, sin importar la pérdida de calidad de la televisión chilena.

En tanto, un novato perdiodista pasa por un tonto modelo, un actor de antaño pareciera opinólogo respetado y con mayor presencia que cualquier analista. De esta nabera, nos percatamos que va decayendo la "profesión" y el periodista va perdiendo credibilidad ante las audiencias chilenas.

En consecuencia, pareciera decadente el hoy del periodismo en Chile, pues los roles informativos se han confundido con la pantalla, los shows y/o teleseries, traduciendo que el talento no puede luchar en contra de una cara bella como las de la televisión.




…quizás algún día todo cambie…


Revolución Sociodigital

Actualmente se está gestando en el mundo una nueva manifestación de la lucha de clases, basada en los mismos principios que alguna vez describió Karl Marx. Esta lucha poco a poco comienza a materializarse, sin que muchos la noten o tengan conciencia de los niveles que esta podría alcanzar. Nos referimos a la inminente revolución social desde la Internet.


Este nuevo punto de conflicto es algo nuevo en su forma, pero mantiene los principios básicos de la Lucha de Clases que describe Marx en su teoría. Es decir, el conflicto sigue dándose entre sociedad civil versus sociedad civil, entendiendo ésta como un todo que incluye tanto a proletarios como a burgueses en sus distintas ocupaciones.

Este escenario posee una característica especial. Quienes tienen el monopolio de la información (empresas distribuidoras de servicios de Internet) se están enfrentando a que el procesamiento de ésta también se está dando a la inversa, es decir, desde los consumidores. Así entonces, los tradicionales consumidores se transforman a la vez en pequeños productores y distribuidores.

El espacio virtual le da a cada consumidor la libertad de convertirse en productor. Pues ¿qué ocurre cuando estos pequeños productores se unen y crean iniciativas conjuntas? La respuesta a esta interrogante es que comienza a gestarse el fenómeno conocido como “organización desde abajo”, término acuñado a Lenin en su teoría de política revolucionaria.

La organización desde abajo es la construcción social de mayor importancia para deslegitimar al estado capitalista; puesto que crea organizaciones no gubernamentales capaces de instituir una nueva forma colectiva de ordenación social.

Ahora bien, hay distintos grados de desarrollo de estas iniciativas no gubernamentales. El primero es que comience la gente individualmente a producir. El segundo es que se agrupe con fines espontáneos (reivindicaciones económicas) Y el tercero es que se agrupe con fines revolucionarios, es decir, proponiendo una superestructura distinta a partir de la lógica comunitaria, conocido como: “proyecto popular”.

De estas tres categorías, podríamos deducir que el fenómeno de la revolución digital está pasando poco a poco al segundo nivel. De seguir desarrollándose, su éxito dependerá de que las organizaciones que luchan por una sociedad distinta sepan conducir con astucia dicho fenómeno.

El fenómeno al que hemos estado haciendo alusión, no podría ser de no existir la llamada Sociedad de la Información, en la cual todos estamos inmersos. Porque en un mundo donde la información sobra, y se tiene una sobrecarga de conocimientos, es casi ilusorio pensar que las masas no adquieran algún movimiento. Pero incluso con esta sobrecarga, aún así, no se ha gestado un cambio radical – en lo que ha relaciones de poder se refiere-

Entonces podríamos llegar a afirmar que la creación de una nueva forma de organización, corresponde a una evolución lógica del sistema capitalista en el que estamos inmersos. La aparición de la tecnología, podría ser vista como un eslabón más en el curso natural de los hechos, el cual como fin último sería el derrocamiento del capitalismo, que en nuestro trabajo sería el poder hegemónico, que poseen algunas compañías computacionales como Microsoft.

Ahora bien pasando a un caso específico de nuestra realidad podemos nombrar la inmensa cantidad de sitios web que existen de partidos, colectivos o movimientos, tanto de izquierda, extrema izquierda y extrema derecha (neonazis). Todos estos poseen sitios digitales en la red, lo cual puede ser el principio de la materialización de los movimientos sociales que se necesitan para empezar la revolución.

Ejemplo de la organización que se puede alcanzar a través de la red, fue la manifestación y posterior entrega de 14.000 firmas que se entregaron a La Moneda, en Septiembre del año pasado. Este acto lo protagonizó un grupo de ínter nautas y “blogueros” que se opuso al programa de “digitalización” establecido por el gobierno, que auspiciaba a diferentes marcas con la iniciativa “Mi primer PC”.

Esta iniciativa, a juicio de los organizadores de “Mi primer PC… ¡Pero de verdad!”, un movimiento que estaba en contra del antes nombrado, ya que entregaba un producto que no era del todo moderno y, además, bajo una lógica de mercado, rentabilidad y hegemonía digital bajo el alero de Microsoft.

En cambio, estos usuarios de la red, con tan sólo seis semanas de organización: recolectando firmas y golpeando puertas de diversas empresas, consiguieron lo que el gobierno realizó en catorce meses, y más aún, con un mejor producto, de menor precio y con un software libre (sistema operativo Linux/SUSE).

Ese es un claro ejemplo del grado de organización que están alcanzando los ciudadanos gracias a la red, sin embargo esta situación puede ampliarse a espectros aún más sociales y notables, como lo fueron las manifestaciones estudiantiles de los secundarios durante el mes de Mayo.

Periodismo en la Red


Claro, puede sonar cliché eso de que Internet ha cambiado la manera de comunicarse entre las personas. Que su uso ha revolucionado las maneras de informarse, relacionarse, de trabajar e incluso entre las comunicaciones comerciales. Sin embargo, esta adaptación a la que tuvo que someterse el periodismo, no es más que la punta del iceberg de este cambio...Por mientras veamos en qué ha tenido que cambiar el periodismo...y el periodista para adecuarse a estos tiempos y tecnologías.


Internet en un medio sobre el que nada está escrito y todo se construye día a día. Un medio que sin una legislación y con un exceso de información empieza a ordenarse y a encontrar su propia lógica y estructura. Si bien, se ha dicho que ha democratizado la información, Internet sólo puedes llegar a una fracción de la población, que es la que tiene un computador en su casa.

El camino del periodista a la red no ha sido fácil. En primer lugar, porque cualquier persona puede llegar a la red y poner algún aviso o subir una noticia ( lo que se ha conocido como periodismo ciudadano que veremos más adelante). Sin embargo, lo que mantiene aún al periodista sin ser desechado es el valor de sus escritos, lo que es fundamental a la hora de construir una realidad: la credibilidad. Claro, porque en Internet es sumamente fácil llegar y subir cualquier información, no obastante, cuando lo dice un periodista, tiene una connotación distinta. Esto, porque la gente valora mucho más el hecho que una persona haya estudiado a fondo la carrera, puesto que proponen una investigación especializada, y claro, con “ética periodística”.

Ser periodista en línea requiere, por supuesto, tener conocimientos sobre la profesión misma, pero también tener la capacidad de producir el formato para presentar la información y, además, adecuarse a la tecnología a la velocidad informativa como lo trabaja una agencia. De hecho, los periódicos electrónicos, al igual que los tradicionales que han puesto sus contenidos actualizados en la red, han modificado el rol de las agencias de información.

La manera de operar de un reportero en línea se ha modificado también. El centro de captura, por ejemplo, ha desaparecido. Los reporteros cargan una pequeña computadora de escritorio conectable a una línea telefónica fija o de celular y desde el lugar de los hechos envían la información a su editor, quien prácticamente con corte y pegue, ya tiene montada la nota en el sistema.

Un periodista en línea, al escribir sus notas, deberá pensar en un lenguaje universal, ya que hay notas que adquieren una relevancia especial porque cruzan intereses comunes. Pero a nivel temático también se debe considerar que a la gente le interesa lo que afecta de manera directa. Por esta razón, los diarios y espacios informativos de la red se han organizado como portales que le dan fuerza a la noticia local e invitan al usuario a abrir su propio espacio de discusión sobre temas más específicos de interés local o por segmento profesional o de interés particular.

Periodismo Ciudadano

Este tipo de periodismo, tiene una intención cívica. Esta especie de periodismo la ejercen los mismos ciudadanos. También se le conoce como periodismo participativo, por la forma en que se realiza.

El nacimiento de los blogs, y la expansión de la banda ancha, han permitido la creación de “portales de noticias” creados por personas desde cualquier lugar del mundo. De corte de denuncia se han erigido como el periodismo del siglo XXI.

Se dice que la descentralización de la producción de noticias suele vincularse con el declive de los medios tradicionales. La erosión de sus cimientos tiene que ver con lo que se ha denominado "economía de la atención". Es difícil competir en un mundo en el que la exposición a estímulos sensoriales es tan intensa, tan continua, en el que la información de actualidad puede obtenerse instantáneamente de múltiples fuentes, muchas veces incluso de las primarias, sin acudir a intermediarios.

El fenómeno de la comunicación no comercial de noticias no es nuevo, desde luego; lo que sí es nuevo es la facilidad de hoy en día para que cualquiera pueda transmitir cualquier cosa desde cualquier lugar del mundo, mejore o enriquezca el mensaje original. La labor del periodista como intérprete está en entredicho. También por culpa de la clásica arrogancia y pretendida superioridad moral de la profesión, sin embargo, la CREDIBILIDAD que este tiene ante la opinión pública es inamovible.

La prensa en general se ha visto transformada por Internet, pero a la vez, la red es un nuevo medio que se hace día a día y que aún falta mucho por recorrer y construir, pero que se abre ante nosotros como una opción más al construir el periodismo del siglo XXI.




Entre Manipulaciones y Construcciones de la realidad


Importancia de la manipulación de los medios
En la actualidad nos vemos sometidos a un bombardeo de informaciones por los medios de comunicación. En las últimas décadas se ha incrementado notablemente el poder de influencia de los medios debido a la facilidad con que llegan a la población. No todos lo hacen con la misma fuerza.

La televisión ostenta el máximo poder.Como afirma el dicho, “una imagen vale más que mil palabras”. Y de esto se aprovechan los publicistas y los informadores. Los primeros para vender sus productos y los segundos para ofrecer su versión de la realidad. Los resultados son magníficas ventas y una audiencia convencida por lo que lee, escucha o ve. El componente afectivo-emocional del hombre no conviene olvidarlo pues la razón no domina toda su vida.Por otra parte, han proliferado los grandes grupos de comunicación y con ellos la uniformidad de los mensajes. Así, una televisión, una radio y un periódico, que pertenecen a un mismo propietario, darán una versión similar de los hechos. Aquí radica su poder: en la posibilidad de llevar a la población el mensaje que ellos quieren. De esta forma, los intereses económicos y políticos priman sobre los propios de los medios de comunicación: informar y ser un servicio para la sociedad.Muchas veces, las grandes elites comunicacionales, sólo cumplen con intereses económicos. Es muy probable que en ese sentido el periodista vea perjudicada su labor, ya que debe ceñirse a editoriales que no concuerdan con su manera de pensar. Es cierto que en ese sentido existen leyes que apoyan al profesional, sin embargo, debido al poder que detentan estas empresas, es muy difícil llevarlas a la práctica.

El cuarto poder

Fue Douglas Carter el primero que calificó en la primera mitad del siglo XX a los medios de comunicación de “cuarto poder”. Desde entonces, esa situación se ha incrementado con creces, pero también las voces críticas que se alzan en contra de los llamados “creadores de opinión”, que han desbordado con mucho sus funciones.Aunque no es raro escuchar eso de que “la audiencia se traga lo que le echen”, la realidad es bien distinta. Los lectores, oyentes y televidentes conservan su capacidad crítica, es más, se ha visto aumentada a raíz de la excesiva politización de los medios de comunicación actuales. La audiencia es perfectamente consciente de que algunos mensajes tienen unas tendencias muy definidas. Ahí entra su capacidad de seleccionar aquella información que les interese.Ángel Rama en la Ciudad Letrada, nos hablaba de una elite que se cerraba a esta clase no letrada. Claro, antes era muy fácil escribir sólo para los que sabía o tenían acceso a al educación, sin embargo ahora todos tenemos la capacidad e mantenernos al día de lo que ocurre. y ha sido el periodista el gran artífice de esta obra, ya que se ha adaptado a los tiempos y a la opinión pública.

Periodista como constructor de realidades

La afirmación de la construcción de realidades parte de que el periodista recoge los sucesos acaecidos, y los une de tal forma que va edificando una realidad a partir de esos hechos. Esto, porque una noticia siempre está encadenada a otra, por lo que el periodista va hilando éstas, las descompone, las analiza y posteriormente las acopla, conformando una “realidad” que, para la mayor parte de las personas, antes estuvo oculta.Estas “realidades” dependen del momento y el lugar en el que esté situado el periodista y sus “usuarios”. En esta construcción también juegan un rol importante las necesidades surgidas por las personas, y el avance que se produzca en las tecnologías, que permiten una interacción entre el periodista y los lectores, como lo indica Miguel Ángel Vásquez Medel: “El periodismo escrito constituye una forma de institucionalización de los procesos de construcción social de la realidad: surge como respuesta a nuevas necesidades de consensos sociales y se transforma al ritmo de nuevas posibilidades tecnológicas y económicas, y de nuevas interacciones”. (Vásquez Medel: “La Prensa Escrita y la Construcción Social de la Realidad”)Las “necesidades de consenso social” se refieren a que, hoy en día, la gente no necesita que le informen un hecho, sino, más bien, que le aporten una visión interpretada del suceso, papel clave del periodista. Este debe contar con las herramientas necesarias para dicha interpretación, cuidando de no salirse de los márgenes que entrega la noticia, ya que podría caer en el problema de construir una “realidad falsa”.Debemos considerar que la gente asume esta realidad, porque emerge de un ente público que trabaja para dar los sucesos tal como acontecen, aunque desarrollados de manera acuciosa y responsable en su interpretación. Al ocurrir esto, la opinión pública acepta esta “realidad” como única y verdadera. Vásquez Medel afirma al respecto: “Lejos de estar fundamentada en nuestra experiencia directa del mundo, nuestras imágenes de la realidad social provienen de los medios de comunicación”. (Vásquez Medel: “La Prensa Escrita y la Construcción Social de la Realidad”)Se puede afirmar, entonces, que el periodista informa –no deforma- realidades, pero a partir de una concepción personal, de una propia perspectiva que no siempre es compartida por todos, pero que desemboca en un mismo punto: el hecho en cuestión. Sin embargo, es posible encontrarse con realidades discrepantes, pues muchas veces se verá enfrentado el “hecho real” con el “hecho construido” por el informante, lo cual provocará confusiones en los actores sociales, generando caos y controversia en las diferentes “construcciones personales” que cada individuo fabrica.Frente a esta polémica, el periodista juega un papel preponderante, el cual debe estar siempre enmarcado en los límites que implica la ética periodística, pues su responsabilidad social es incalculable: de ellos depende la paz o la guerra. Ante esta cruda, pero veraz afirmación, es imperativo señalar que uno de los principales criterios con los que debe contar el periodista, dentro de su bagaje formativo, es el principio de la veracidad para la de-construcción de hechos. Vale decir, informar lo estrictamente acaecido, sin dar lugar a elucubraciones que distorsionen el verdadero suceso.

El Periodista PARTE 1


Mucho se habla del rol del periodista. Y es que antiguamente
era visto como un héroe transmisor de información. Sin embargo, con el paso del tiempo esto ha cambiado.
Como grupo nos juntamos para realizar un trabajo, y quisimos compartir en este blog lo que averiguamos respecto al periodismo y al rol del periodista a través del tiempo. Los invitamos a conocer más de esta profesión y aportar con sus ideas.
Nos guiaremos con el texto " La ciudad Letrada" de Ángel Rama, autor y libro que estudiamos para el ramo de Historia de la Cultura que maneja la profesora Javiera Carmona.
En el libro “La Ciudad Letrada” de Ángel Rama, se relata las diversas miradas que la sociedad tiene del periodista, como por ejemplo un héroe solitario que lucha contra las injusticias, a lo largo de las diferentes fases: Ciudad Moderna, Ciudad Escrituraria, etc. En estos tiempos, esta mirada ha evolucionado hasta un punto “divino”, como podríamos llamarlo, ya que se entiende al periodista como un individuo constructor de realidades sociales a partir de sus relatos.La mayoría de nosotros creemos –o nos han enseñado- que la realidad ya está ahí, frente a nuestras narices, desarrollándose día tras día, esperando a ser comentada en el noticiero de la noche o en la crónica matutina. Sin embargo, esta realidad no puede ser traducida irreflexivamente, pues muchas de las interpretaciones que se emitan influirán en el criterio que adopten los individuos, con respecto a un tema determinado. Pero, ¿quiénes son los encargados de desenmarañar esta realidad y darla a conocer al resto, con un dejo de subjetividad en la interpretación de la misma? Se dice que los periodistas son mediadores, constructores de realidad social, pues toman un hecho, lo analizan, y luego publican sus conclusiones, pero bajo la pincelada de su propia interpretación. De esta actitud, es lógico desprender que el periodista -a través de su punto de vista- crea una opinión o criterio –muchas veces de carácter colectivo- el cual influye permanentemente en los individuos que son informados por este servidor social

EL PERIODISTA COMO SERVIDOR SOCIAL

La función social del periodista comenzó a instalarse cuando el mismo oficio comenzó a erigirse como profesión. Este comenzó a plantearse en Europa y Estados Unidos cerca de la década de los años veinte y a lo largo del periodo de entre guerras, justo cuando surge la publicidad y los medios se convierten en instrumentos del consumo y de la propaganda: de la difusión de las ideologías.

En ese esquema de definición del papel de los medios, la profesionalización del periodismo pasaba por la transformación de tres ejes: la necesidad de formación académica de los periodistas, mejores condiciones laborales y niveles más elevados de ética y responsabilidad social y profesional, pues los Estados todavía no reconocían siquiera su valor como oficio. Este reconocimiento aún tardaría en llegar.

Nosotros mismos podemos ver dentro del perfil que tienen las Escuelas de periodismo respecto a lo que se espera del periodista: Que tenga una visión crítica y cumpla un rol social.

Pero este rol social va más allá de sus manos también. En primer lugar un periodista trabaja para un medio específico que muchas veces tiene intereses anexos al plan de tan solo comunicar. Esta sometido a una empresa que tiene un corte editorial específico. y es aquí en donde el rol social del periodismo va infinitamente más allá de la creación de una sección especialmente determinada a abordar estos temas. Los medios y los comunicadores, importantes como son y dotados de gran poder como están, pueden involucrar en sus agendas y líneas editoriales la realidad social y su problemática sin por ello dejar de lado factores fundamentales de competitividad como el rating y la publicidad.
Comprender su rol de esta forma no sólo puede generar positivos cambios sociales profundos y dotar de mayor sentido al trabajo periodístico; sino además ser una fuente interesante de credibilidad y fidelidad en su audiencia, tal como sucede con cualquier empresa que adopta la responsabilidad social en su modelo de negocios. Es trascendental para la sociedad que los medios se hagan cargo de la realidad; y qué importante para los medios que la sociedad los perciba como aliados en vez de como un actor económico-político más.
Entonces el cambio también debe ir de raíz, desde las mismas empresas de la información que manejan la construcción de realidad que realiza el periodista. ¿Cómo manejan los medios estas elites periodísticas? Lo veremos en el próximo artículo.